Hace 18 años ya que comencé este camino artístico. Así que he pensando que  ¡cumple la mayoría de edad! Y me he sentido muy feliz. 

         Para mí continúa siendo un misterio porque dije a mis padres, con una convicción feroz, que quería aprender interpretación teatral. Es cierto que ya de niña siempre tuve inquietudes artísticas y rara era la ocasión que no estuviera inventándome algún juego, poniendo voces a los muñecos, disfrazándome de algo, canturreando, “tocando”el piano de mi abuela… Descubrir que aquello era lo que quería hacer me llevó segundos. Aceptar cómo era el camino y tomar decisiones (a veces poco acertadas) para lograr estar profesionalmente en un escenario, llevó un poquito más de tiempo.

        Dieciocho años y aún puedo sentir como temblaba mi voz, mis manos y mis piernas la primera vez que me subí a un escenario y miré hacia el oscuro para pronunciar mi nombre y decir (sin saberlo) porqué estaba allí. Tuve la suerte de crecer mi primer año junto a unos grandes profesionales que me trataron como a una más y fueron como una familia para mí. Martí Fons, Enric García… y la maravillosa Peky Spaziani hicieron que aquel año fuera muy especial para mí, pese a algunas dificultades que me habían tocado vivir.

          En estos años me han pasado muchas cosas. He tenido que aprender de los errores y cambiar el enfoque de mis pasos y de mi misma, pero también no he dejado de experimentar lo que me ofrece esta profesión, y he podido ahondar en aquello que realmente me llena, como lo es el texto clásico,

           Pese a los años, estar sobre un escenario sigue haciéndome vibrar y emocionar como el primer día. ¡Y gracias a que los temblores pasaron!. :) Tan sólo quería compartir mi agradecimiento por todo lo que he recibido, y quería animaros, para que sea cual sea vuestro sueño, no lo dejéis pasar. 

¡Nos vemos sobre un escenario!

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