Una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales. – Gandhi
¿Se puede marcar la diferencia? Quizás…
Cuarenta y cinco minutos bajo la lluvia… varias llamadas a emergencias… ¡espera un minuto!… coger un paraguas, salir corriendo de casa y no mirar a tras… y de pronto… ya no está. Y buscar y buscar y buscar, coche a coche, esquina a esquina… y nada.
Al día siguiente, está a la vuelta de tu casa, bajo unas tablas, junto a la basura, temblando… Sí. Es ese gato famélico, lleno de mugre y moribundo al que ayer miraste a los ojos y perseguiste, mientras otros decían riéndose «Mira, un gato medio cadáver»… Y sí, es casualidad… y si el universo habla, uno escucha. Y entonces te sientas con él en la acera, mientras esperas, esta vez sin lluvia, una hora hasta que vienen a buscarlo.
Las noticias no son buenas. Está mal. Está claro. Quizás haya que dormirle… Y mientras se lo llevan tú piensas: «¡Vamos gato, aguanta! ya estás más cerca de tu nueva casa, sea la que sea… pero… pero que sea una de verdad y buena, como te mereces. ¡Vamos gato, aguanta!…»
El peor pecado que cometemos contra nuestros amigos las animales no es odiarlos, es ser indiferentes con ellos. Esa es la esencia de lo inhumano. George Bernard Shaw
No dejo de pensar en las personas, muchas, que pasaron una y otra vez a su lado y lo miraron, las que incluso se mofaron… Creo que el ser humano deja de serlo cuando pierde su capacidad de ser compasivo con otro ser vivo.
. . .
¡Gracias a las personas que nos ayudaron!
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